PROYECTO

Diagnóstico desde el enfoque de género: Capacitación en género para la erradicación de la violencia contra las mujeres indígenas del ejido Francisco I. madero en Solosuchiapa, Chiapas.

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Objetivo general
Coadyuvar en la disminución de la violencia contra las mujeres, a través de acciones de prevención y atención que permitan el reconocimiento de las desigualdades de género que enfrentan las mujeres en el ámbito público y privado, fomentando su empoderamiento y autonomía.

Objetivos Específico

  • Desarrollar acciones que coadyuven en la prevención de la violencia contra las mujeres en las comunidades indígenas.
  • Difusión de sus derechos en diferentes esferas “políticas, económicas y sociales”.
  • Brindar información sobre las diferentes instancias de atención a las mujeres, así como los servicios que la Instancia de la Mujer otorga de manera gratuita.

  • Sensibilizar a las mujeres jóvenes y población en general sobre la violencia de género, violencia en el noviazgo y las nuevas masculinidades.
  • El Ejido Francisco I Madero está situado en el municipio de Solosuchiapa (en el Estado de Chiapas). Cuenta con 968 habitantes,de los cuales el 55.8% son mujeres y el 44.2% son varones, (Datos centro de salud, noviembre 2020)

El Ejido Francisco I Madero está situado en el Municipio de Solosuchiapa (en el Estado de Chiapas). Cuenta con 968 habitantes, de los cuales el 55.8 % son mujeres y el 44.2 % son varones (Datos centro de salud, noviembre 2020).

En el ejido Francisco I Madero, las mujeres representan la mayoría poblacional, y a pesar de ello son quienes han estado en situación de desigualdad y vulnerabilidad por muchos años. Aunado a las desigualdades se suma la violencia contra ellas por el simple hecho de ser mujer, otras condiciones como la discapacidad, su origen, la edad y condición económica. Las instancias de las mujeres sabemos que existen y hacen una serie de labores en pro de ellas, reformando y aplicando las leyes, normas y tratados que las hacen garantes de derechos, pero que en la cotidianidad no se reflejan, y se debe al desconocimiento del tema que existe entre la población. Por tal motivo, el instituto encuentra en las campañas de información y sensibilización una herramienta importante para que las mujeres conozcan sus garantías y sus derechos a vivir una vida libre de violencia.

La prioridad de las acciones preventivo-asistenciales contra la violencia de género están dirigidas a la protección, tratamiento y logro de la autonomía de las mujeres víctimas de malos tratos, así como las medidas legislativas adoptadas para combatirlos, no bastan por sí mismas para eliminar las desigualdades entre “géneros” que existen en nuestra sociedad, y que son las que sirven de soporte y alimentan este tipo de violencia.

Se hace necesario, por tanto, establecer medidas de prevención cuya finalidad última es la eliminación de las normas y estereotipos culturales que fundamentan la desigualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. La prevención de la violencia de género pasa por el conocimiento y el control de las múltiples causas que la desencadenan y se proyecta en medidas a mediano y largo plazo.

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Entre las medidas de inmediata ejecución y efectos a mediano plazo, se encuentran las campañas de sensibilización dirigidas a la población en general, cuyos contenidos tienen que dirigirse a desacreditar los mitos y prejuicios que fundamentan la violencia masculina y deben contar con elementos que provoquen el rechazo social hacia la conducta del agresor.

Si bien el asunto de las campañas no resuelve ni detiene la problemática, sí puede incidir en sensibilizar, en visibilizar la violencia, en hacer notar que leyes e instancias que las defiendes, y los instrumentos que el Estado está obligado a ofrecer para que puedan salir del círculo de la violencia.

Un sector que requiere atención prioritaria son las que sufren más violencias mismas que ya se tiene identificadas. En 2018 derivado de algunas platicas realizadas por el DIF Municipal y la Instancia de la Mujer sobre temas de violencia doméstica y violencia intrafamiliar con mujeres beneficiarias del programa PROSPERA, se observó que, entre la población de 18 a 50 años, hay elementos que propician violencia, tanto familiar, psicológica, económica y de género, pero también se detectó que si se les proporciona información y orientación adecuada pueden ir cambiando patrones de conductas.

El trabajo en prevención con este grupo de edad se considera especialmente oportuno porque es cuando se da el paso de una moral heterónoma, con normas marcadas por los demás, a una ética de adulto elaborada en forma autónoma. Es el momento de transición de la moral aprendida a la ética que ha desarrollado durante su vida adulta. Se considera, por tanto, un momento óptimo, al encontrarse muy necesitados de espacios de reflexión que les permitan buscar referentes, poner en cuestión los que tienen, e integrar pautas diversas.

Una propuesta de intervención con este grupo de edad puede implementarse desde los centros educativos, cuyo objetivo sea fomentar un debate entre las autoridades locales y las mujeres que les ayude a contar con más elementos de análisis y control consciente de su comportamiento para enfrentarse a las múltiples exigencias y restricciones que, en función de su “género”, van a recibir desde los condicionamientos sociales actuales.

El caso de Francisco I Madero la violencia es muy recurrente según los registros que Obran en los Juzgados son significativos, pero, que por temor a represalias, las mujeres viven con el temor de continuar con este tipo de problemáticas, es por eso que mediante estas capacitaciones de manera directa sirva como elemento de erradicación y mitigación de la violencia de género en el ejido.

La violencia de género ha sido muy poco considerada en esta comunidad indígena, debido a ello no existe mucha referencia y los datos con la que se cuenta son datos habladas por la misma víctima, la importancia de este trabajo permitirá a las mujeres dar luz a su poco conocimiento sobre los derechos de las mujeres y la importancia de la denuncia, hacer de su conocimientos que existen dependencias que están a su favor para prevenir la violencia, esta capacitaciones en tema de género permitirá la integración de un grupo de promotoras comunitarias que vigilen y que puedan realizar demandas colectivas, creando vínculos de ayudas.

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